El neumotórax espontáneo primario ocurre cuando la formación de sacos de líquido (bronquios) en la pared torácica se rompe, lo que resulta en una fuga de aire hacia la cavidad torácica. La presión resultante en la cavidad torácica puede provocar el colapso de la pared torácica y provocar un colapso total del pulmón.

Un colapso completo puede ser fatal para quienes no han estado expuestos a cantidades adecuadas de oxígeno

A veces, el líquido de los pulmones puede permanecer en la pared torácica. Esto se conoce como neumotórax espontáneo secundario. Cuando esto ocurre, el líquido puede llenar las vías respiratorias de una manera que dificulta la respiración, provocando apnea o asfixia. Esto a menudo se puede aliviar con un dilatador oral de las vías respiratorias.

El pneumax espontáneo primario es más común de lo que la mayoría de la gente cree. Aunque no presenta síntomas, a menudo puede ser difícil de diagnosticar. A medida que el paciente envejece, puede experimentar síntomas más graves que podrían indicar la presencia de neumonía o cáncer de pulmón. Si no se trata, también puede ser peligroso debido a su naturaleza potencialmente mortal.

Hay dos tipos de opciones de tratamiento disponibles: oxigenoterapia y ventilación mecánica. Un paciente que experimenta un inicio repentino de tos con o sin sibilancias y tiene dolor en el pecho, generalmente en el cuadrante superior derecho del pecho, debe consultar inmediatamente a su médico. En muchos casos, los pacientes con neumax espontáneo secundario pueden tratarse con antibióticos.

Si el paciente experimenta estos síntomas, es posible que se requiera una intervención quirúrgica. Si el paciente ya ha experimentado un colapso total del pulmón o si hay otro problema grave, el médico puede recomendar que se realice un trasplante de pulmón para salvar la vida del paciente.

Hay dos tipos de cirugía de neumotórax: abierta y laparoscópica. La técnica laparoscópica implica la colocación de un instrumento llamado cánula en la boca y la nariz para proporcionar al paciente una ventilación controlada. El laparoscopio también se usa para guiar al cirujano a través del procedimiento quirúrgico.

El abordaje laparoscópico implica el uso de instrumentos que son menos complicados que el abordaje convencional para proporcionar un procedimiento más simple y rápido. Debido a que el paciente no está en la misma posición durante el procedimiento, existe menos riesgo de lesión de órganos vitales.

Otra diferencia entre las técnicas laparoscópicas y tradicionales es que la técnica laparoscópica es menos intrusiva e implica menos tiempo de recuperación.

Algunos pacientes pueden volver a sus actividades normales unas pocas horas después del procedimiento

El pneumax espontáneo primario requiere atención inmediata para evitar que ocurran complicaciones. Los pacientes que no reciben atención médica inmediata pueden sufrir complicaciones como dificultades respiratorias, neumonía e incluso neumonía. Esta complicación puede causar la muerte o daño permanente a los pulmones.

Durante el procedimiento, se tomarán radiografías de tórax y tomografías computarizadas para determinar la causa del neumotórax y descartar complicaciones. Si no hay obstrucción en las vías respiratorias, se puede usar un broncoscopio para proporcionar oxígeno adicional al pulmón.

Debido a que un paciente experimentará dolor durante el procedimiento, el médico puede recomendar un procedimiento más invasivo para extirpar la mayor cantidad posible de pulmón. En algunos casos, es posible que sea necesario extraer el pulmón a través de la cavidad abdominal.

Después del procedimiento, es posible que el paciente no sienta ninguna molestia. Sin embargo, debido a que el pulmón está expuesto y las radiografías de tórax no mostrarán ninguna evidencia visible del procedimiento, el paciente puede sentirse cansado y fatigado.

Es importante monitorear la función pulmonar en los días posteriores al procedimiento para monitorear cualquier complicación. Aunque la mayoría de los pacientes volverán a la normalidad en unos pocos días, siempre es mejor pecar de cauteloso y tomar medidas si existe el peligro de que el pulmón colapse o las vías respiratorias se bloqueen.

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